17 de noviembre de 2014

ALCALDES Y POLICÍAS

Para que no nos ocurran cosas como las de Iguala, en el estado de Guerrero, ya es hora de que la ciudadanía ponga bajo la lupa a sus autoridades y policías municipales, no vaya a ser que estemos durmiendo con el enemigo en casa.

En algunos casos la gente ya perdió  el miedo y ha estado a punto de hacerse  justicia por propia mano, ante la evidente complicidad de policías y ladrones y la indolencia de su presidente municipal. Y si no que le pregunten a los habitantes de El Grande, Tuzamapan, Mahuixtlán y Coatepec.

 De qué sirve que en ese pueblo mágico haya millonarias sumas del dinero de los contribuyentes destinado a sueldos, medicamentos, uniformes, capacitación, armamento y patrullas, si los delitos en vez de ir a la baja se multiplican.

Deben las y los coatepecanos saber quiénes son sus policías, en dónde estuvieron antes, cuál es su hoja de servicio y si están plenamente certificados; cuánto ganan, quién los reclutó, por qué se cubren el rostro con pasamontañas  en horas de servicio y cómo la ciudadanía puede fiscalizarlos mejor, para descartar cualquier vínculo con la delincuencia.

Teniendo ahora Coatepec acceso a los recursos del SUBSEMUN, debe su comuna acordar la inmediata instalación de cámaras en distintos sitios de  la cabecera municipal  y los accesos a sus principales congregaciones, pues en lo que va de la presente administración, por ejemplo, se ha incrementado el robo de autos y el narco-menudeo se realiza  incluso a plena luz del día en los alrededores de escuelas públicas y privadas. Una de esas cámaras pudo grabar el momento que los policías municipales se llevaron al tesorero, hace apenas unas semanas…

No ocurren cosas menores en los demás municipios de la región, donde no sabemos si alcaldes, síndicos y regidores están amenazados, se hacen de la vista gorda o de plano reciben dinero, para permitir que florezcan los negocios ilícitos de una delincuencia organizada que se da el lujo de colocar a ediles y funcionarios a modo en los ayuntamientos  y hasta invierten fuertes sumas de dinero en campañas políticas. Cuidado.

No hay que perder de vista lo que ha publicado y documentado uno de los expertos más brillantes en temas de Seguridad y Narcotráfico, Edgardo Buscaglia, que desde 2008 alertó a las autoridades mexicanas de que al menos  67% de los municipios  ya estaban bajo el control de la delincuencia organizada; tampoco se ha desmentido en Veracruz, la versión divulgada por MVS Noticias donde el actual secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita, se habría reunido con alcaldes electos en 2013, para decirles que en 97 municipios  de la entidad al comandante de la policía municipal lo había puesto el crimen organizado.

Más recientemente, en Xalapa, otros analistas y expertos hablaron del mismo tema. Por ejemplo Manuel Mondragón y Kalb -ex comisionado Nacional de Seguridad-, dijo que para revertir esa tendencia, los gobiernos estatales y municipales deben asumir su responsabilidad. En otras palabras: o cumplen o que renuncien.

La declaración del ex comisionado ocurrió en los días en que aún se daba por desaparecido al alcalde de Acultzingo, Cándido Morales Andrade (PRD), quien apenas el fin de semana apareció flotando en el Río Blanco, entre Córdoba y Orizaba; se presume que por no entrar en contubernio con la delincuencia organizada, lo levantaron, lo torturaron, lo liquidaron y lo echaron al río; hasta este momento, ni el síndico ni el alcalde suplente  quieren ocupar el cargo del ex  presidente municipal, por razones obvias…

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